El estudio de la
mente humana es una tarea tan difícil como interesante. La dificultad se deriva
de algunas peculiaridades del objeto de estudio.
En primer lugar, los fenómenos
mentales son inaccesibles a la observación pública. Podemos observar
directamente los productos externos del lenguaje, la memoria o el razonamiento,
pero no los procesos mentales subyacentes. El psicólogo cognitivo debe basarse
en los datos escasamente fiables de la observación introspectiva, o lo que es
más frecuente, en datos conductuales de los que extrae inferencias sobre los
procesos mentales.
En segundo lugar,
para agravar la situación, los fenómenos mentales pueden ser muy veloces,
produciendo una impresión engañosa de simplicidad. Por ejemplo, la percepción
visual ocurre en "tiempo real" de modo aparentemente simple e
instantáneo.
En tercer lugar, el
sistema cognitivo es interactivo, de modo que existe una interdependencia
funcional de todos los componentes del sistema. Esto tiene consecuencias
engorrosas para el investigador, ya que la estrategia (típica de la ciencia) de
fraccionamiento de un dominio complejo en parcelas de especialización, tiene
una eficacia limitada en psicología cognitiva. Tal como asegura Kosslyn (1978)
Procesamiento de
información
No existe una perspectiva unitaria en la psicología cognitiva actual.
Sino más bien una gran variedad de enfoques
o "paradigmas" ( Mayor 1980), que apenas tienen en común su
énfasis en los fenómenos mentales como agentes causales del comportamiento.
En este blog se da una visión general de lo que será el panorama de formación profesional y
los fundamentos básicos de la psicología que se desarrollará durante todo el
proceso de carrera y las tendencias contemporáneas de formación, como un
producto de un recorrido histórico que se afianzará en el desarrollo de la Asignatura (Psicología Cognitiva).
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