Los teóricos del procesamiento de
información ponen en tela de juicio la idea de que todo aprendizaje consiste en
formar asociaciones entre estímulos y respuestas. Estos teóricos no rechazan el
asociacionismo, pues creen que formar asociaciones entre piezas de conocimiento
facilita su adquisición y su almacenamiento en la memoria, pero están menos
interesados en las condiciones externas y se concentran más en los procesos
internos (mentales) que intervienen entre estímulos y respuestas. Consideran a
los estudiantes como buscadores activos y procesadores de información que
seleccionan y prestan atención a las características del medio, transforman y
repasan la información, relacionan la nueva con los conocimientos previos y
organizan estos conocimientos para darles sentido. Los investigadores del
procesamiento de información difieren en cuanto a la forma de los
procesamientos cognoscitivos de los estudiantes, pero comparten ciertas suposiciones
básicas (Klatzky, 1980). Una de ellas es que el procesamiento de información
ocurre en las etapas entre recibir el estímulo y producir la respuesta.
El corolario es que la forma de la
información, el modo en que se representa en la mente, varía según la etapa,
puesto que cada una es cualitativamente diferente de las otras. Otro
presupuesto común es que el procesamiento de información del hombre es análogo
al de las computadoras, por 10 menos metafóricamente. El sistema humano
funciona de manera similar a la computadora: recibe información, la almacena en
la memoria y la recupera cuando la necesita. Los investigadores no concuerdan
sobre la extensión de esta analogía. Para algunos, no es más que una metáfora;
otros, emplean computadoras para simular las actividades del sistema del ser
humano. El campo de la inteligencia artificial se interesa en programar
computadoras para que realicen actividades como pensar, servirse del lenguaje.
En general, los investigadores del procesamiento de la información también
suponen que este participa en todas las actividades cognoscitivas: percibir,
repasar, pensar, resolver problemas, recordar, olvidar e imaginar (Shuell,
1986). EI procesamiento de información rebasa el dominio del aprendizaje humano
tal como ha sido delineado tradicionalmente. En este capítulo nos ocupamos de
las funciones que más se relacionan con el aprendizaje: la percepción
sensorial, la codificación y la memoria.
Los niveles de procesamiento se ocupan
de la memoria según el tipo, y no el lugar, del proceso que sufre la información
(Craik, 1979; Craik y Lockhart, 1972; Craik y Tulving, 1975; Lockhart, Craik y
Jacoby, 1976). Este punto de vista no incorpora las etapas o componentes
estructurales de la MT y la MLP, sino que afirma que hay diferentes modos de
procesar la información (niveles de procesamiento): físico (superficial), acústico
(fonológico, sonido) y semántico (significado). Los tres niveles son
dimensionales; el procesamiento físico es el más superficial y el semántico el más
"profundo"; por ejemplo, supongamos que la siguiente palabra que
leemos es: ruiseñor. La palabra se
procesa en el nivel superficial (digamos, si está escrita con mayúsculas), en el fonológico (rima con cantador) o el semántico (pájaro notable por su canto).
Cada nivel representa un procesamiento más elaborado: procesar el significado
de ruiseñor amplía más el contenido de
la palabra que el proceso acústico, que a su vez lo expande más que el
superficial.
Conceptualmente, estos niveles se
parecen al registro sensorial, la MT y la MLP del modelo de dos almacenes. Ambas
posturas arguyen que el procesamiento se hace más elaborado con las etapas o
los niveles sucesivos; sin embargo, los niveles del modelo de procesamiento no
reconocen que las tres formas constituyan etapas. En los niveles, no hay que ir
hasta el siguiente en busca de un procesamiento más elaborado; la profundidad
del procesamiento varía en cada uno. Ruiseñor
puede recibir un procesamiento semántico reducido (ave pequeña) o más extenso
(sus similitudes y desemejanzas con otros pájaros).
Otra diferencia entre los dos modelos
atañe al orden del procesamiento. El modelo de dos almacenes supone que el registro
sensorial, la MT y la MLP, procesa la información en secuencia. Los niveles de
procesamiento no suponen otro tanto. Para procesar al nivel del significado no
es necesario pasar primero por los niveles superficial y sonoro más allá de lo
que es preciso para recibir la información (Lockhart et al., 1976).
Los dos modelos tienen también diferentes puntos de vista sobre que procesamiento influye en la
memoria. En el de los niveles de procesamiento, entre "más
profundo" sea
el que procese el dato, mejor será su memoria, puesto
que arraigara más su huella. Una vez que un elemento es procesado en cierto punto de un nivel, ningún procesamiento
adicional en ese punto mejorara su memoria
porque su
huella no será
más profunda. En
contraste, el modelo de dos almacenes asegura que
la memoria mejora con más procesamiento del mismo tipo, y predice que entre más se repase una lista de palabras,
mejor será recordada.
Hay algunas evidencias en apoyo de los niveles de
procesamiento. Craik
y Tulving (1975) presentaron palabras a un grupo de sujetos y, con cada una, les planteaban una pregunta destinada a facilitar el procesamiento en el nivel particular. Para el procesamiento superficial, la pregunta era: "¿Está la palabra escrita en mayúsculas?".
Para el
nivel fonológico: "¿mima la palabra con tren?". Para el procesamiento semántico: "¿Se ajusta la palabra a la oración encontró un en la calle'?". Se controló el tiempo que los sujetos pasaron procesando en
los
niveles. Los participantes recordaban mejor los elementos que procesaron
en el nivel semántico, después en
el fonológico
y por último
en el físico.
La existencia de niveles de procesamiento implica que los estudiantes comprenden mejor lo que procesan a mayor profundidad. Glover, Plake, Roberts, Zimmer y Palmere (1981) descubrieron que hacer que los alumnos parafraseen las ideas de los ensayos que leen aumenta significativamente el recuerdo en comparación con las actividades que no se apoyan en los conocimientos previos (por ejemplo, identificar las palabras claves en los textos). La mera recomendación de leer con calma y atención no los ayudó a recordar.
A pesar de estos hallazgos positivos, la teoría de los niveles de
procesamiento tiene problemas. Uno atañe a si el procesamiento semántico siempre es más
profundo que los otros. Los sonidos de algunas palabras (kaput) son por lo menos
tan explícitos como su significado ("estropeado"). De hecho, el recuerdo
depende no solo del
nivel de procesamiento, sino también de la clase de tarea de rememoración.
Morris, Bransford y Franks (1977) encontraron que, dada una tarea corriente de
recuerdo, la codificación semántica produce
mejores resultados
que una
por la
rima; sin embargo, si la tarea insiste en las rimas, formular preguntas rimadas durante la codificación lleva a un mayor recuerdo que si las preguntas son semánticas. Moscovitch y
Craik (1976) propusieron que entre más profundo sea el procesamiento durante el aprendizaje mayores serán las posibilidades de rendimiento de la memoria, pero que se concreten depende
de que las condiciones en la recuperación sean
equivalentes a las del aprendizaje.
Otra preocupación
con esta teoría concierne a la cuestión de si el procesamiento adicional
en
el mismo
nivel
produce un mejor recuerdo. Nelson (1977) dio a un grupo de sujetos una 0 dos repeticiones
de cada estimulo (palabra) procesado en
el mismo nivel. Dos repeticiones llevaron a un mejor recuerdo, en contradicción con la hipótesis. Otras investigaciones muestran
que más
repaso
del material facilita la
retención y el recuerdo, así como la automatización
del procesamiento (Anderson, 1990; Jacoby, Bartz y Evans, 1978).
El punto
final tiene que ver con la naturaleza de cada nivel. Los
investigadores han argumentado
que
como no tenemos una medida
objetiva de los niveles, desconocemos el efecto en el aprendizaje y la memoria del procesamiento en cada uno (Baddeley, 1978; Nelson, 1977). EI
tiempo es un criterio pobre, puesto que algunos procesos superficiales (por ejemplo, "¿tiene esta palabra la siguiente
secuencia de letras:
consonante-vocal-consonante-consonante-vocal-consonante?") pueden durar más que los semánticos
("¿es una especie de ave?"); ven el mismo nivel, tampoco es un indicador de la
profundidad (Baddeley, 1978). La falta de la clara comprensión de los niveles limita la
utilidad de esta corriente para explicar
el aprendizaje y la memoria del hombre.
Resolver estas cuestiones quizá requiera combinar
los niveles de procesamiento con la
idea de dos almacenes para perfeccionar el modelo de la memoria. Por
ejemplo,
tal vez la información de la MT se relaciona con
los conocimientos
de la MLP de manera o bien
superficial o bien
más elaborada. Además, podría resultar
que cada uno de los almacenes de
la memoria tuviera niveles. La codificación semántica en la MLP podría originar
una red de información más extensa y una
forma más significativa de recordarla
que la codificación superficial o fonológica.
buenas tardes disculpe quien es el autor de este articulo
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